Todo el buen hacer de los maestros de obras del estilo mudéjar se hace presente en las torres que jalonan buena parte del Campo de Daroca.
La de la iglesia de Santo Domingo en Daroca, construida en la segunda mitad del siglo XIII, es posiblemente el monumento mudéjar más antiguo de Aragón y presenta una original combinación en el uso de piedra y ladrillo.
Las torres de Romanos y Herrera de los Navarros presentan una magnífica decoración exterior a base de ladrillos en esquinillas y arcos entrecruzados.
La del Villar de los Navarros tiene la particularidad de ser doble, y la de Mainar se distingue por su remate de brillantes baldosas azules.
Las de Villarreal de Huerva o Val de San Martín son de apariencia más austera y tal vez arcaizante.
Algunas como las de Murero y Valdehorna pueden considerarse verdaderas torres-atalaya de función defensiva.